lunes, 7 de febrero de 2011

Elegetefóbicos no, gracias

Que no, que ya no se puede.  No seamos "elegetebefóbicos". Magnífico palabro derivado de la genial aportación a nuestra lengua del nuevo vocablo "LGTB" (Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales). Y que conste que esta vez no es cosa de ZP y sus secuazas, sino del mismísimo PP, presto a recabar algún voto y salir en foto sostenible, paritaria, no sexista y politicamente correcta.

Echando mano de dineros públicos, el Consell de la Joventut de Valencia nos presenta la Guía del lenguaje no heterosexista. Leánla. No tiene desperdicio. Resulta que nuestra lengua no solo "invisibiliza" a las mujeres. Resulta que también lo hace con lesbianas, gays, transexuales y bisexuales. Resulta que nosotros, torpes y elgetebefóbicos hablantes y escribientes tenemos la impresentable costumbre de presuponer que el que recibe nuestro mensaje es heterosexual. ¡Qué falta de sensibilidad la nuestra!.

El ejemplo que da la mencionada Guía no tiene desperdicio. Si preparamos un taller para la prevención de embarazos no deseados, no debemos dirigirnos a nuestro público con frases como "Ahora que seguramente habéis comenzado a tener relaciones entre chicos y chicas ...". Esta forma de hablar presupone que nuestra audiencia es heterosexual y "esconde la existencia de relaciones sexuales entre personas del mismo sexo ...".
¿Pero no era un taller para la prevención de embarazos?. ¿Me he perdido algún avance científico sin precedentes que posibilita el embarazo tras la interacción sexual de dos miembros (o miembras) del mismo sexo?.
Yo no se qué me he perdido, pero ellos, la casta política que padecemos, han perdido por completo el sentido común, si alguna vez lo tuvieron. Definitivamente se les ha ido la olla. ¿Irse la olla?. ¿Mira que si estoy cayendo en heterosexualismo y elegetebefobía?. Olla es de género femenino, y además presupone una relación entre mujer - rol de cocinar. Hilando fino podemos inferir que la metáfora olla - cabeza identifica las cabezas perdidas con algo más femenino que masculino. Igual podríamos decir que se les fué el puchero. Me asaltan las dudas. ¿Manejan ollas o pucheros las lesbianas?. ¿Hay cocineros transexuales o bisexuales?. ¿Estoy obviando la existencia de LGTBs entre peperos, psoes y políticos varios?. Por favor, gasten mis impuestos publicando más guías para enseñarme a hablar, aunque me prohiban ese estupendo desahogo de mandar a tomar por culo que me brinda mi idioma. Prometo leérmelas todas, reconvertirme en elegetebéfila y no mandar a tomar por culo a nadie, incluidos ustedes, por más que se lo merezcan, porque no se si se han dado cuenta, ilustres inventores/as del palabro, pero me han resultado ustedes bastante sexistas y muy poco paritarios:
L de lesbiana encabeza la palabra, es decir se situa a la mujer primero, lo que además de ser discriminatorio para el hombre gay, es una cortesía inaceptable para la mujer moderna, sea lesbiana o no.
G de gay aparece en segunda posición. Me remito a lo ya dicho.
T de transexual se antepone a B de bisexual. Mal vamos. Transexuales y Bisexuales tiene tanto derecho a ser colocados en posiciones preferentes como sus colegas Lesbianas y Gays.
Solucionenlo pronto, que quiero ser exquisitamente correcta en mis emisiones habladas y escritas y me lo estan poniendo muy dificil.